La Universidad de Sevilla (US) ha adoptado las primeras medidas cautelares en el marco de la investigación abierta sobre el profesor acusado de invitar a tomar “drogas duras” y “sexualizar” a sus alumnas.

Provisionalmente, le ha impedido “acceder a los edificios” donde el Departamento de Prehistoria y Arqueología, al que está adscrito, “desarrolle su actividad”, dejándolo, entre otras ocupaciones, sin la posibilidad de impartir clases.

A través de un comunicado, la Universidad de Sevilla ha adoptado la primera resolución sobre este profesor, al que abrió expediente el pasado viernes tras recibir “evidencias relativas” a los hechos denunciados por los estudiantes.

[La US investiga a un profesor acusado de "sexualizar" a sus alumnas e invitarles a tomar "drogas duras"]

Días atrás, alumnos de la Facultad de Geografía e Historia distribuyeron un folleto anónimo en el que lo acusaban de varios hechos, más allá de invitarles a “tomar drogas duras” y “sexualizar” a las alumnas.

También le atribuían tratos vejatorios, amenazas de represalias con “acusaciones falsas de plagio” y suplantaciones de identidad.

Pese a que los alumnos denunciaban la inacción de la Universidad de Sevilla en dicho folleto, fuentes de la institución académica aseguraban que la investigación ya se había iniciado con anterioridad.

"Recepción de evidencias"

Así, el pasado viernes la Hispalense comunicaba que “tras la recepción de evidencias relativas a nuevos hechos, el rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro” había decidido “la inmediata apertura de un procedimiento disciplinario a la persona investigada”.

Del mismo modo, recalcaba que “en la facultad y en el Rectorado han procedido en todo momento de acuerdo con lo dispuesto en la legalidad universitaria y administrativa”.

“Han investigado los hechos denunciados con el respeto debido a los derechos de las personas implicadas y afectadas y con la mayor celeridad posible dentro del respeto a la ley”, detallaba en un comunicado.

En el marco de este expediente disciplinario, la primera medida cautelar ha sido la prohibición de acceso a todos los edificios del Departamento de Prehistoria y Arqueología, por lo que no podrá dar clase ni acercarse a los alumnos en las dependencias de la Universidad.