José Apeles, conocido como el Padre Apeles, saltó a la fama en los años 90 gracias a sus apariciones en los programas de televisión Moros y Cristianos y Crónicas marcianas. El peculiar tono mordaz del sacerdote hizo que ganara popularidad, pero el catalán desapareció con el paso de los años de la pequeña pantalla y, desde el año 2019, vive 'exiliado' en Roma porque, tal y como confesó en una entrevista en EL ESPAÑOL, "ya no había saraos y estaba un poco harto del independentismo".

En los últimos años, el Padre Apeles ha aparecido puntualmente en televisión. La última vez fue este sábado, cuando reapareció en el programa de TV3 Col·lapse. El cura catalán confesó que, aunque su verdadera pasión era la radio, aprovechó la fama que le dio la pequeña pantalla. Además, contó que todavía le siguen llamando de los programas del corazón para "hablar de unos y otros", pero esto ya no le "interesa".

"La televisión me pedía lo que yo no le podía dar y yo quería lo que ellos no me querían dar. Al final tenía el papel de payaso y ya no me gustaba y lo que quería, hacer un programa, no me lo daban nunca", confesó a preguntas de Ricard Ustrell.

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El Padre Apeles no tuvo problema en abordar alguna de las polémicas más destacadas de su trayectoria en televisión. Entre ellas, cuando denunció a Yola Berrocal por comentar que entre ella y el sacerdote había surgido algo más que una amistad: "La demandé y gané en primera y en segunda instancia".

El cura más mediático de la televisión reveló alguna de las propuestas más llamativas que recibió en su época de mayor popularidad, como grabar un disco "con un cantante muy importante" de Hispanoamérica. Pero, sin duda, la más impactante fue la oferta que le hizo la revista Interviú para realizar un posado desnudo por "diez millones de pesetas de la época", es decir, alrededor de 60.000 euros.

El Padre Apeles habla sobre su intento de suicidio

El Padre Apeles tampoco tuvo problema en hablar sobre su intento de suicidio en el año 2012, mediante una masiva ingesta de fármacos y alcohol, por la que fue ingresado de urgencia en el hospital. Meses antes ya había confesado en el programa La Noria de Telecinco que cada día le pedía a Dios que fuera el último de su vida: "Me voy solo al cine y bebo sin parar. No sé ni el día ni la hora que es, mis ventanas están bajadas".

Sin embargo, el cura más mediático de la televisión quiso aclarar que, aunque "muchos interpretaron como que me quería matar", lo que le sucedía era "que no tenía ilusión". 

El Padre Apeles, durante su entrevista en 'Col·lapse'. TV3

No obstante, el Padre Apeles alarmó con sus declaraciones posteriores: "No tengo demasiadas ganas de vivir. Llega un momento de la vida que ya he hecho lo que tenía que hacer, tampoco me dejan hacer lo que yo querría y ¿qué ganas de vivir?".

El cura catalán confesó, además, que continúa medicándose para sobrellevar esta dura situación. "Sigo empastillado para darme ánimos porque tengo una depresión congénita. Es un problema hormonal y se tiene que solucionar con pastillas", aseguró.