Loida Muñoz, directora en España de The A1 Campaing, una organización internacional que lucha contra la trata.

Loida Muñoz, directora en España de The A1 Campaing, una organización internacional que lucha contra la trata. Cedida

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Loida Muñoz, la malagueña que lidera el primer proyecto de la Guardia Civil para prevenir la trata laboral

La directora de A21 en España lleva desde los 23 años luchando contra "la lacra que supone la explotación de personas en todos los aspectos". 

19 abril, 2024 01:49

¿Por miedo a qué harías algo en contra de tu voluntad?”. Cuando Loida Muñoz Olmo (Málaga, 1988) pronuncia estas palabras, un escalofrío te recorre el cuerpo. Probablemente, lo mismo le ocurra a las personas que llevan más de una década escuchándole hacer esa pregunta en charlas y formaciones. La respuesta, dice, siempre es la misma: “Por miedo a que le pase algo a mi familia… o me pase algo a mí”.

Eso mismo es lo que pensó, en 2012, cuando conoció a María, una superviviente de trata que le abrió los ojos a la cruda realidad. Muñoz tenía, en aquel momento, 23 años y reconoce que le “llevó mucho tiempo entender su complejidad”. Porque, insiste, la trata tiene “muchas aristas” y “hay muchos complejos a su alrededor”.

Tras conocer a María, confiesa, fue consciente de que solo tenía dos opciones: “Ser parte del problema o de la solución”. Y optó por la segunda. Así, dio sus primeros pasos en el activismo contra esta lacra con una asociación que bautizó Fin de la esclavitud y que acabó llevando a México, “donde sigue hoy en día”.

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Encontrarse con María, dice, le llevó a la pregunta con la que arrancan estas líneas y cuya respuesta se resume en una palabra: miedo. Ese que, dice, es el germen de la trata de seres humanos; lo que, junto a “la pura maldad”, la mantiene viva. El mismo que esta educadora social intenta “erradicar” con la iniciativa que lidera en España, A21, como parte de la organización internacional homónima de lucha contra la explotación sexual y laboral.

Y puntualiza que ahora dirige esta entidad en España, pero que durante seis años fue su "primera voluntaria a distancia", pues no existía una sede en nuestro país. Fue tal su insistencia y compromiso, que los que ahora son sus jefes decidieron abrir una oficina aquí; algo que, reconoce Muñoz, no estaba en sus planes.

Es precisamente su "pasión" lo que la ha llevado a ser finalista de los Premios Princesa de Girona Sociales de este año. Una pasión, por cierto, que confiesa se ha "moldeado a través de la frustración" que implica saber que a su alrededor hay víctimas de trata.

La trata en España

El nuestro, tal y como afirman desde el Ministerio del Interior, es “un país de tránsito y destino” de la trata de seres humanos, “atractivo para las redes de explotación” especialmente por su ubicación geográfica y sus “lazos culturales con Latinoamérica”. Esta realidad, explica Muñoz, hace que organizaciones de prevención como la que dirige sean esenciales.

Los datos son, sin duda, “escalofriantes”: solo en 2022 —última fecha en la que hay registros oficiales de Interior—, la Policía Nacional y la Guardia Civil identificaron un total de 1.180 víctimas de trata y explotación. Además, se realizaron 7.603 inspecciones preventivas; 1.810 en “lugares de ejercicio de la prostitución”, donde se identificaron a 6.655 personas en situación de riesgo, y 5.793 en centros de actividad laboral, con 15.711 trabajadores en peligro.

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Todas esas personas contabilizadas por las fuerzas de seguridad tienen en común, como recuerda Muñoz, su propia “vulnerabilidad”. Y lo explica: “Las víctimas de trata suelen estar expuestas a factores altos de vulnerabilidad, como la pobreza, la falta de trabajo o de oportunidades, un conflicto armado…”.

Son, insiste, “esas vulnerabilidades y ese deseo de mejorar su situación, o de buscar una vida mejor, lo que los tratantes aprovechan para ofrecer una oportunidad de vida”. Aunque matiza: “Al final sabemos que es una mentira, que es el anzuelo que capta a la víctima. Y por supuesto, las personas se ven obligadas a ser explotadas y a hacer cosas en contra de su voluntad y no pueden escapar por miedo”.

Atajar la trata de raíz

Desde A21, Muñoz colabora con otras entidades nacionales y con los diferentes cuerpos de seguridad para ya no solo intervenir en los casos de trata, sino atajar “esta lacra de raíz”, como dice. Por eso, en España, la organización tiene diferentes proyectos que dan “respuesta a necesidades que no estaban siendo cubiertas” antes de su implantación.

Muñoz pone como ejemplo su campaña contra la explotación sexual infantil en línea, que desarrollan desde A21 con la Policía Nacional. En ella, cuenta, se enfocan “en la prevención enfocada a menores en internet”.

Sus inicios, además, fueron “muy interesantes”, explica la educadora social. “Comenzamos su cocreación junto con la Unidad Central de Participación Ciudadana de la Policía Nacional en 2019 y justo llegó la pandemia, y durante ese tiempo se produjo un incremento altísimo de casos de menores que estaban siendo acosado, sufriendo sextorsión o pornografía infantil a través de internet”, indica.

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Por ello, reconoce, su lanzamiento coincidió justo con un contexto histórico y social en el que se hacía más necesaria que nunca. Desde A21 forman a los policías de esta unidad —conocidos como delegados— que acuden a los centros educativos para “dar charlas” y concienciar a los menores. “Antiguamente, hablaban de seguridad vial y ahora lo hacen sobre prevención de delitos en línea y trata”, matiza Muñoz.

Más allá de las charlas, la campaña reparte folletos con forma de teléfono móvil que, insiste, son "un recurso que llama mucho la atención”. En poco más de tres años, asegura, se han repartido más de medio millón de folletos en centros educativos de toda España para que los más jóvenes empiecen a “familiarizarse” con la explotación.

Pero esta no es la única campaña que ha puesto en marcha Muñoz con A21: “También tenemos una de prevención de trabajo forzoso con la Guardia Civil, o un teléfono de ayuda contra la trata, que funciona 24/7 atendiendo a víctimas, pero también a cualquier ciudadano que desee informar sobre una sospecha o una situación de trata”.

Este último, indica, cuenta con un servicio de traducción a más de 230 idiomas.
Además, realizan formaciones a profesionales de primera línea, montan operativos para detectar a víctimas, y son parte de la Red Española contra la Trata. De hecho, aclara Muñoz, derivan “muchos de los casos que llegan a través del teléfono a otras entidades”.

Concienciar a población migrante

Para llevar a cabo todas las campañas, Muñoz aclara que la colaboración es esencial. Especialmente, dice, con “entidades que trabajan con población migrante”. De hecho, indica, “la campaña con la Guardia Civil, sobre trabajo forzoso, está en nueve idiomas”. El motivo es sencillo: “Nuestro deseo es que la información llegue en el idioma nativo a las nacionalidades que encontramos más comúnmente en España”.

Además, asegura, los folletos se redactan en “lenguaje simple”. Incluso, “alguno de ellos no llegan a mencionar ni siquiera el concepto de trata”. Porque, admite, “si para nosotros es complejo y estamos acostumbradas a manejar esta información, para una persona que viene de otro país, que no tiene un contexto, que no está involucrada en el mundo social, entender y autoidentificarse como víctima es muy complicado”.